Llegando a las postrimerías de este convulso, acelerado y extraño 2018, toca hacer balance de un año al que yo llamaría “el de las primeras veces”.

La primera vez que un partido político fue condenado por corrupción como organización. No solo una condena contra uno o varios dirigentes, sino contra el partido propiamente dicho, por delitos graves de corrupción política y económica. Frente a esa condena, la reacción habitual del entonces presidente Rajoy fue la de siempre: silencio e inacción.

La primera vez que triunfó una moción de censura en España. Fruto de la sentencia de la Gürtel, la situación política con el PP al frente del gobierno era insostenible, y las fuerzas políticas del arco parlamentario se unieron para elegir un nuevo presidente que iniciase una senda de reformas y regeneración democrática.

La primera vez que unas elecciones a la Junta de Andalucía, después de treinta y seis años de gobierno monocolor del partido socialista, aventuran un posible cambio de gobierno.

Pero con todo, lo más preocupante de este año, es que fue la primera vez que la ultraderecha entró en un parlamento autonómico español y, aún peor, tendrá en su mano la decisión sobre la gobernabilidad de Andalucía. Si nadie lo remedia, Partido Popular y Ciudadanos blanquearán, copiarán e imitarán sus planteamientos, asumiendo sus postulados de intransigencia e intolerancia, pues cualquier precio les vale por alcanzar el poder.

Esperemos que el próximo año, al menos para los murcianos, sea el de la primera vez que podamos viajar a Madrid en un AVE que no divida a la ciudad.

Feliz navidad y feliz 2019 a todos los oyentes.