El eurodiputado murciano del PSOE, Marcos Ros, coge La Lupa de Metrópolis Daily.

Empezamos la semana en que celebraremos un Día de Europa que me atrevo a pensar será más especial que otros años.

Nunca como hasta ahora habíamos tenido tantas miradas puestas en la Unión Europea, tanto por la respuesta sanitaria y económica a la pandemia y a la crisis social derivada de la misma, como por el liderazgo mundial en la lucha contra el cambio climático.

Y nunca como hasta ahora la Unión Europea había actuado como un actor global mundial, capaz de ofrecer respuestas unitarias, sólidas y eficaces, y marcar agenda política propia.

Hasta ahora conocíamos una Unión Europea que hacía las labores de coordinación entre Estados miembros, reparto de fondos e inversiones, y una tímida presencia internacional.

Pero en los últimos años, y tras la pésima respuesta que la Unión dio a la crisis de 2008, hemos dado pasos de gigante hacia la toma de decisiones en bloque como forma de gobernanza en la Unión Europea.

Buenos ejemplos de ello son la estrategia de respuesta sanitaria a la Covid, o la compra unitaria y distribución de vacunas, sin olvidarnos del Plan de Recuperación o de toda la legislación en materia climática que se está desarrollando.

Este salto de gigante, obviamente, no está exento de crítica, análisis y evaluación de resultados. Ello conlleva que tengamos a la Unión en el centro de todas las críticas o comentarios ciudadanos, de las miradas de la prensa, y de los análisis de los expertos, todos ellos con desiguales apreciaciones que se debaten entre la bondad de este cambio, y los problemas de gestión derivados.

Salvando las críticas, cabe preguntarse qué pasaría si cada país hubiera comprado vacunas por su cuenta o qué sería de nosotros los próximos años sin los fondos europeos. La respuesta es fácil: los ciudadanos tendríamos más dificultades, más desempleo y crisis, y las vacunas llegarían más tarde y más caras.

Quizás por eso, en este Día de Europa, y aprovechando el lanzamiento de la Conferencia sobre el futuro de Europa, deberíamos todos pensar en cómo reforzar este proyecto y configurar la Europa que queremos, la Europa que necesitamos.