El eurodiputado murciano del PSOE, Marcos Ros, coge La Lupa de Metrópolis Daily.

El pasado viernes celebramos, un año más, el Día Mundial del Medio Ambiente. Nos encontramos en una situación mundial de emergencia climática que no nos permite que este día se convierta en uno más para conmemorar, ni tampoco para acordarse del medio ambiente un día, y olvidarse el resto del año.

La Región de Murcia ha sido identificada entre las autonomías españolas que más notarán los efectos del cambio climático. Sufriremos aridez, sequía, temperaturas extremas y episodios de inundación más violentos y frecuentes. Y a pesar de todo ello, seguimos siendo una Región donde poco se hace por cambiar nuestro modelo económico, productivo, agrario, industrial y urbano para combatir esta inexorable transformación climática.

En su lugar, sufrimos la pandemia del negacionismo de Vox o sus expulsados, que se ha instalado como un virus en el Gobierno Regional, y condiciona cualquier atisbo de respuesta inmunitaria que este pudiera ofrecer a la tremenda crisis ambiental que ya sufrimos.

De nada sirve repasar el estado ambiental de la Región, empezando por el Mar Menor, la Bahía de Portmán, el nunca regenerado del todo Río Segura, los intentos de especular en Cabo Cope, Calblanque o la Huerta de Murcia, hasta la ausencia de Planes de protección de decenas de nuestros Espacios Naturales Protegidos.

No sirve de nada, porque de sobra es conocida la actitud del Gobierno Regional, que cuando no propicia estos desastres, mira para otro lado.

Menos mal que nos queda siempre la Unión Europea. Bien por la vía legislativa y de las inspecciones o sanciones para poner orden en todo esto, o bien por la vía de los fondos y planes, colaborará e incentivará actuaciones que sirvan para cambiar nuestro modelo de relación con el medioambiente.

No se trata de dejar de ser lo que somos, sino de adaptar nuestras actividades humanas para que tengan un impacto nulo o casi nulo sobre nuestro medio ambiente, pues será la única forma de poder seguir viviendo aquí dentro de unas décadas. Aún estamos a tiempo, y tenemos la oportunidad de los fondos europeos, no la dejemos pasar.