¿A dónde va el nuevo tranvía de Murcia? Sencillamente, a ninguna parte.

Está claro que uno de los problemas acuciantes de las ciudades del presente es la movilidad. Los problemas de atascos continuos y la dificultad de los ciudadanos para ir de un sitio a otro, que complican su vida diaria.

A esto le unimos el enorme costo económico y ambiental que supone la movilidad privada, cada ciudadano con su coche a cuestas a todos sitios.

Resulta que hace siglos nos agrupamos en ciudades para ser más cómodos, eficaces y sociables… y ahora estamos justo en las antípodas de esas intenciones iniciales. Y hay que buscar soluciones, pero el Tranvía de Murcia, no es la solución.

El tranvía de Murcia es caro: 9 millones de euros nos costará a todos los murcianos durante 40 años en presupuestos municipales: total 360 millones de euros. Más de 20 euros por habitante y año que pagaremos por ese tranvía, sin usarlo. Porque si lo usamos, añadiremos un euro por trayecto, por pequeño que sea.

El tranvía de Murcia no va a ningún sitio: está diseñado para favorecer el negocio de una universidad privada donde acaba un extremo de la línea, y de un centro comercial, donde acaba el otro extremo. Eso, y también para que los propietarios del suelo donde se van a edificar 3500 viviendas junto a Nueva Condomina, tengan más facilidades para venderlas.

Ahora podrán poner el cartel: “viviendas a 5 minutos de Murcia en tranvía”.

El tranvía de Murcia no sirve a los murcianos: los murcianos que se desplazan diariamente de pedanías al centro, se quedan al margen. El gran polígono industrial del municipio, al margen. El gran hospital de la región, al margen. Las estaciones de tren y autobús, al margen.

 

Foto: (cc) Pedro J. Pacheco (no copyright)

Foto: (cc) Pedro J. Pacheco (no copyright)

 

El tranvía de Murcia no permite la intermodalidad. No hay consignas ni aparcamientos de bicicletas en sus paradas. Las paradas no están conectadas con paradas de bus urbano e interurbano; más bien al contrario. Las paradas de bus van por las orillas de las avenidas, y las del tranvía por el centro. El viajero deberá bajar, buscar un paso de cebra, cruzar, ir a la parada del bus, y esperar que pase… lamentable.

El tranvía de Murcia, no recupera el espacio público para el ciudadano. Más bien al contrario, le roba espacio público. Hemos visto en ciudades como Zagreb, Amsterdan, Sevilla, Vitoria y muchas otras, cómo se han eliminado los coches de grandes avenidas, y se han dejado libres para el peatón en su totalidad, y compatibles con la bicicleta y el paso de tranvías por ellas. Todo un ejemplo de nuevo espacio público para disfrute ciudadano.

Si el tranvía de Murcia es caro, no va a ningún sitio, no sirve a los murcianos, no permite la intermodalidad y no recupera el espacio público… ¿por qué se empecina nuestro alcalde en construirlo e hipotecar nuestro futuro económico y nuestras calles para los próximos 40 años?

Será mejor que le pregunten a él… pero dudo que nos dé la verdadera explicación que sólo él conoce.